El cuadro de Alexander Reid, uno de los marchantes más importantes de París y muy interesado por las obras de los artistas más jóvenes, ha sido pintado en 1887 por Van Gogh en oleo sobre cartón. Mide 41,5 x 33,5 cm y actualmente se encuentra expuesto en el Museo de Glasgow.
La pintura es de estilo Neo-impresionista y presenta a Alexander en primer plano con la cabeza rodeada por pequeños puntos que contrastan con el tema estático, para evitar así, según teorías de la época, la excitación del espectador.
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